El teletrabajo. ¿Cómo afecta la elección de viviendas?

El teletrabajo. ¿Cómo afecta la elección de viviendas?

El confinamiento ha abierto la demanda de un tipo de unidad residencial con peculiaridades; fuentes del sector apuntan tanto a un furor inicial que podría aplacarse como a una tendencia permanente.

La nueva situación surgida a partir de la Covid-19 ha conllevado muchos cambios en la vida que conocíamos y sobretodo ha afectado nuestra manera actual de pensar, lo cual influye notablemente en la variación de las prioridades a la hora de buscar alojamiento.

El confinamiento por el coronavirus con la consecuente implantación en numerosos casos del teletrabajo ha hecho que las prioridades a la hora de buscar de vivienda cambien. Si antes la gente prefería vivir cerca de su lugar de trabajo o del centro escolar de sus hijos, ahora se apuesta por viviendas en zonas más periféricas con despachos, terrazas o jardines

El teletrabajo ha hecho que muchos profesionales abandonen sus oficinas y se instalen en sus propios hogares. Por ello, predominan las búsquedas de vivienda con espacios destinados al trabajo. Despachos o habitaciones en las que poder trabajar eficiente y cómodamente. 

Cuando hablamos de viviendas pensadas para el teletrabajo hablamos de esos espacios específicos, pero también de un conjunto de cosas que desea aquel que quiere estar preparado para otro confinamiento y/o afrontar una situación como la actual que pueda eventualmente empeorar. Esto aplica al que busca seguridad y busca, por eso, casa en las afueras. Paralelamente, está el tema de la conciliación familiar, se busca estructurar las casas para preservar la intimidad de quien teletrabaja cuando lo hace.

Es fundamental tener un espacio fijo de trabajo, entrada de luz natural y ventilación adecuada, así como que sea un espacio con suficiente aislamiento de ruido y consumo energético que asegure confort térmico. Todo esto debe ir acompañado de espacios que permitan esa conciliación laboral y familiar, priorizándose así el tamaño de la vivienda, la luz o la terraza frente a otros elementos como la ubicación.

Despachos, terrazas, jardines y luminosidad

Además, al no tener que acudir al puesto físico de trabajo los hogares se están alejando del centro de las ciudades hacia zonas más alejadas. Concretamente, se detecta un incremento en el interés por zonas rurales en las que es más fácil encontrar  y con espacios al aire libre

Junto con los despachos, las terrazas y los jardines son las grandes apuestas post confinamiento en la búsqueda de vivienda.

La orientación y luminosidad de los inmuebles también está cobrando protagonismo. Al tener que trabajar desde casa y pasar más horas en la vivienda, los nuevos compradores dan más importancia que nunca a las fuentes de luz natural

El coronavirus llegó a nuestras vidas para ponerlo todo patas arriba. El encierro forzado en nuestros hogares hizo cambiar la percepción de muchos sobre las cuatro paredes entre las que se habita. Lo que antes, en muchos casos, era un simple lugar en el que dormir, se ha convertido ahora en un refugio confortable en el que vivir y convivir con todas las garantías de bienestar. 

 

La covid-19 ha sido un claro catalizador del teletrabajo. Sin embargo, también ha puesto en evidencia las carencias de las actuales viviendas para poder realizarlo. El Impacto del confinamiento en la demanda de , el interés por comprar una nueva casa que tenga una estancia exclusiva para teletrabajar ha crecido, de media, un 105%. A nivel general podemos decir que la promoción de viviendas para el teletrabajo es una tendencia en fase inicial o experimental, embrionaria, pero razonable, porque creo que el teletrabajo ha venido para quedarse.


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