Los bancos españoles han pasado de rechazar los alquileres, a competir por financiarlos.
Por todo ello, estamos asistiendo en 2018 a la creación de una nueva industria. Si en España hay 18,5 millones de hogares, según la última cifra de la Encuesta de Población Activa (EPA), y de éstas, el 22% está en alquiler, esto significa que hay 4,7 millones de pisos en renta y de esta cartera tan solo un 5% está en manos de empresas institucionales, luego el resto, el 95%, está en manos de particulares.
Es verdad que históricamente España ha sido un país de propietarios, pero el cambio cultural y socioeconómico que se ha dado en estos últimos años está dibujando unas nuevas líneas de negocio donde el alquiler está tomando protagonismo y empieza a institucionalizarse. Los nuevos actores de este mercado son: por un lado las socimis, que son sociedades cotizadas que sirven como vehículo de inversión con ventajas fiscales, como Testa que pronto saldrá a Bolsa y que es propiedad de Santander. Dentro de este mercado podemos incluir a servicers, que aunque no son propietarios de los inmuebles, los gestionan. Y luego hay sociedades de bancos como Building Center (Caixabank) u otro tipo de empresas como Grupo Alquila.
Por tanto, ahora que ya se han empezado a crear los nuevos actores para institucionalizar este mercado el siguiente paso es desarrollar una cartera de activos.
El mercado del alquiler es un mercado que siempre ha existido en manos de particulares, ahora se está profesionalizando gracias a la entrada de capital extranjero. Por ello, invertir en el residencial es rentable. La rentabilidad bruta que da la inversión en viviendas para ponerlas en alquiler ha aumentado el 7,3% desde el 6,3 de hace un año, por el fortalecimiento que ha vivido la demanda de alquileres, según el portal inmobiliario Idealista.
Este hecho, hace que los bancos se interesen por los clientes que necesitan fianciación para poner un vivienda en alquiler. Por lo que debemos aprovechar la situación y plantearnos seriamente alquilar una propiedad como fuente de rentabilidad a corto y largo plazo, y mucho más con las ayudas que está promoviendo el nuevo Gobierno.
Fuente: El Economista